¡LO IMPORTANTE NO ES LA CANTIDAD ES LA CALIDAD!
La rutina de higiene oral es algo que todo el mundo tiene en la mente, ya que es de dominio público la importancia de la misma, pero… ¿La estamos realizando de manera correcta? Mucha gente, al seguir esta rutina de higiene oral pone el “chip automático”, pero, al igual que no se plantean el dejar de hacerlo, tampoco se plantean cómo la están realizando.
Todo el mundo tiene claro que debe cepillarse 3 veces al día y durante 3 minutos ya que todos los anuncios de las marcas comerciales nos lo recuerdan constantemente, hasta ahí todo claro, el problema viene en la manera de realizar ese cepillado y los productos que estamos utilizado. También debemos añadir que al igual que ocurre con una mayoría de hábitos, con el paso del tiempo terminamos por descuidar la atención que esto requiere, y en el caso de la higiene oral puede acarrear consecuencias en nuestra boca, en forma de enfermedad periodontal o caries.
Una buena salud bucodental ayuda a prevenir todo tipo de complicaciones en la cavidad oral. Además contribuye a mantener una sonrisa bonita, algo muy importante en la actualidad. Una buena rutina de limpieza con una calidad de la misma será clave para mantener en buen estado salud oral.
¿Por qué es tan importante la salud bucodental?. Varios estudios han demostrado científicamente la relación entre periodontitis y diabetes, por ejemplo. Así, conviene mantener una buena salud oral para ayudar a prevenir complicaciones a nivel de salud general.
Además, también ayuda a prevenir patologías orales y puede librarnos de complicaciones tan molestas y antiestéticas como la caries, la gingivitis o el sarro. Además también evita el desarrollo de mal aliento.
Pasos básicos en la salud bucodental de calidad
Mantener una buena salud bucodental pasa por una rutina concreta de higiene. Esta rutina se basa en los siguientes pasos:
- Elegir un buen cepillo. El cepillado es probablemente el paso más importante en una buena higiene oral. Por ello conviene contar con un buen cepillo. En caso de dudar entre cepillo manual o eléctrico, conviene saber que la mayoría de profesionales recomiendan el cepillo eléctrico porque elimina más cantidad de placa bacteriana. No obstante, tanto el cepillo eléctrico como el manual deben reponerse a los tres meses, porque cada vez son menos eficaces debido al desgaste de las cerdas y la proliferación de bacterias.
- Pasta dental adecuada. Los efectos del cepillo pueden verse minimizados si no usamos una pasta dental adecuada a nuestra cavidad oral. En el mercado existe mucha variedad de pastas dentales, esto puede dificultar la decisión por una u otra. Lo más recomendable es elegir aquella que mejor se adapte a la situación de nuestra boca. Por ejemplo, en caso de tener los dientes sensibles, elegir una pasta específica para ello. No obstante en caso de duda recomendamos consultar con el odontólogo o la higienista para elegir la mejor pasta de dientes. Es importante recalcar que la cantidad que debe de colocarse no debe superar el tamaño de un guisante
3. Una buena limpieza interproximal. Además del cepillado diario conviene realizar una higiene interproximal diaria. Es decir, limpiar los espacios entre los las piezas dentales, así como entre dientes y encías. Para realizar una correcta higiene interproximal se recomienda el uso del hilo dental, hay una gran variedad en el mercado de cintas, sedas, hilos, con cera sin cera…..debemos elegir la que mejor nos vaya para nuestros espacios dentarios y pedir ayuda a los profesionales para que nos enseñen a utilizarla correctamente
4. Limpiar la lengua. Muchas veces la lengua es la gran olvidada en las rutinas de higiene oral. Pero la realidad es que contiene grandes cantidades de bacterias que influyen en patologías como el mal aliento. Por ello es importante realizar una higiene diaria de la lengua, igual que hacemos con los dientes y las encías. Aunque se puede limpiar la lengua con el cepillo, existen limpiadores linguales para eliminar el máximo de bacterias.
5. Acudir al odontólogo. Se recomienda acudir al dentista una vez al año como mínimo. Mediante revisiones regulares se puede detectar a tiempo el desarrollo de patologías como la gingivitis o la caries. Además el odontólogo y la higienista recomendará los tratamientos que más se ajusten a las necesidades de nuestra boca.
Con estos pasos se puede mantener una boca sana, bonita y con una higiene oral de calidad.
Rosana Domingo Marco
Profesor-tutor del ciclo superior de higiene bucodental
Departamento de Sanidad I.T.P PAX